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Los Angeles

" Los ángeles son a Dios lo que los rayos del sol, a éste.
Dios los creó para que estuvieran a nuestro servicio y nos atendieran.
Su razón de ser es contestar a nuestras oraciones.
Aunque vivamos en el mundo material ellos constituyen el vínculo especial que nos une a Él. Además, cada uno de nosotros tiene en su interior un fragmento de Dios, una chispa divina, que le permite acudir a los ángeles en busca de ayuda, ¡y esperar resultados! "

jueves, 20 de octubre de 2016

El elemental del cuerpo: función, propósito y entrenamiento






Antes de encarnar por primera vez en la Tierra, cada individuo fue llamado ante el Tribunal Kármico. En una solemne ceremonia, fue unido a un elemental llamado “elemental del cuerpo”. En esta ceremonia el elemental del cuerpo asumió la obligación de quedarse con la corriente de vida particular durante cada encarnación sucesiva hasta que el individuo alcanzara la Ascensión. El propósito del elemental del cuerpo es:


1.- Cooperar con el Ser Crístico y otros elementales llamados “constructores de la forma”, en la creación del cuerpo físico, desde el momento de la concepción hasta el desarrollo completo;
2.- Realizar ciertas “funciones involuntarias” del cuerpo físico, tal como respirar,
3.- Mantener todo el tiempo el cuerpo físico, así como también el etérico, mental y emocional, en buen estado; y en todo momento hacer del cuerpo físico un templo habitable.La pura Sustancia-Luz Electrónica y las fuerzas de los elementos se dieron para el entrenamiento del elemental del cuerpo, a quién se le permitió contemplar la perfección del Santo Ser Crístico, el cual sería el patrón que habría de construir con la sustancia del ámbito físico.

Entre encarnaciones, al alma que evoluciona, actuando individualmente en el cuerpo etérico, se le permite permanecer en cualquier ámbito o esfera donde se haya ganado el derecho a habitar mediante su uso de energía en la vida terrena; y al elemental se le libera para disfrutar de cierta libertad en el Reino elemental y descansar hasta el próximo servicio, cuando el alma se le convoque nuevamente para una nueva encarnación.
Cada individuo es fuerte en una esfera particular. El elemental del cuerpo fue escogido de la misma esfera que el individuo, en su entrenamiento previo, llamado “Viaje a través de las Siete Esferas”, habitó la mayor parte del tiempo en, digamos la Quinta Esfera entonces el Elemental del Cuerpo también fue escogido de esta Esfera.
El entrenamiento del elemental del cuerpo se dio en los Niveles Internos. Algunos elementales están instruidos para atraer la Sustancia-Luz Universal y seguir un patrón, crear una flor de llama o alguna sencilla manifestación de la naturaleza. La cantidad de tiempo que el elemental pueda mantener el patrón en su conciencia determina la duración de la forma manifestada. Al tiempo que estos potenciales constructores de la forma incrementaban su capacidad de sostener el patrón recibido de parte de los Grandes Devas de la Naturaleza, desarrollaban la escalera de la evolución a un punto donde se les pudiera confiar la construcción del templo (cuerpo) para que pudiera alojar la Presencia de Dios.
Al principio, la creación del cuerpo era una experiencia jubilosa y feliz. Después que la Presencia proyectaba la Llama Inmortal dentro de la célula anaeróbica, el elemental del cuerpo atraía los elementos necesarios y recreaba, perfectamente, el diseño y Patrón del Santo Ser Crístico. Las formas de carne de esas primeras épocas eran hermosas más allá de toda descripción verbal, y verdaderamente prevalecía una Edad Dorada de belleza. El cuerpo etérico era el patrón que el elemental utilizaba para que este cuerpo más fino retratare la gloria total del Santo Ser Crístico, y era fácil para el elemental referirse a este patrón de tiempo en tiempo. El elemental tomaba posesión y moraba dentro del templo que había construido y cual mayordomo o guardián, mantenía las funciones que conservaban el cuerpo en un grado en que podían trabajarse (reparando, abasteciendo, etc.) y la asociación entre el habitante y el elemental era de felicidad.


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