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Los Angeles

" Los ángeles son a Dios lo que los rayos del sol, a éste.
Dios los creó para que estuvieran a nuestro servicio y nos atendieran.
Su razón de ser es contestar a nuestras oraciones.
Aunque vivamos en el mundo material ellos constituyen el vínculo especial que nos une a Él. Además, cada uno de nosotros tiene en su interior un fragmento de Dios, una chispa divina, que le permite acudir a los ángeles en busca de ayuda, ¡y esperar resultados! "

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Los elementales embellecieron la Tierra

A Weeki Wachee mermaid wearing a gorgeous Merbella Studios silicone tail for the 2017 mermaid calendar. This tail went on to be sold to The house of Flynn - who is a mermaid tail collector.

El Gran Reino Elemental que fue elegido para crear sus ríos, sus valles, sus colinas y todas las glorias que forman la naturaleza, está localizado y mantenido en su mayor parte, dentro de una órbita natural. Algunos de ellos, los pequeños y exquisitos, nunca pasaron al exterior de la esfera de unos pocos centímetros, viviendo sus vidas en el desarrollo de las hierbas y flores en el plácido jardín de alguien. Otros, los más grandes, quizá, vivieron sus vidas dentro de una montaña o lago, aunque todos ellos están localizados y no viajan. Particularmente, desde que la humanidad ha creado antagonismo entre los dos reinos, a través de la discordia, la Ley Cósmica ha considerado cada vez más poderosamente que la Ley de estos seres fuese sujetarlos dentro de estas esferas locales, no sea que todos ellos se vayan rápidamente de las grandes ciudades donde la discordia, la impureza, y la imperfección vayan en contra de sus cuerpos puros; -aunque entonces, la humanidad encontraría que, sin la ayuda del Reino Elemental, la misma vida no podría sostenerse por más tiempo-. Pero cuando el Amor, generado conscientemente, es liberado por un cuerpo corporativo de seres sin ascender, incluso la misma Ley Cósmica inclina Su cabeza y no hay esfera de la cual no puedan ser atraídos estos seres por las bendiciones del amor.        
La humanidad desconoce, en su mayor parte, que los miembros del Reino Elemental tengan ser, y no saben que ellos (los seres humanos) viven gracias al sacrificio de este gran reino no visible, cuyos miembros trabajan incesantemente día y noche, para mantener que la polución de la efluvia humana no sofoque a los propios seres humanos, incluso hasta el punto donde el aliento no podría ser llevado a las fosas nasales o sostenido dentro de la forma (física). Debería haber individuos o grupos interesados en bendecir a este reino -haciéndose amigos del Reino de la Naturaleza-. Ustedes deben recordar ellos tienen una conciencia inocente, como de niños pequeños, en su mayor parte, y desean siempre prestar servicio por amor. Humildemente Yo les sugeriría que dentro de la actividad de sus clases de trabajo, no hay alturas a las cuales no puedan llegar, invocando la ayuda del Reino Elemental, equilibrando estos extremos que se están manifestando en el tiempo actual, a través de las condiciones climáticas. Si en un continente, se estableciese un grupo con el motivo de amarlos, -y no por el servicio que puedan rendir-, Nosotros podríamos manejar el equilibrio de sus actividades, que de otro modo llevan a la liberación de fuerzas cataclísmicas… 
¡Los Elementales tejieron las más diminutas y delicadas flores, los grandes Devas desarrollaron las hojas de los árboles; los poderosos Espíritus del Aire estuvieron activos en Su Propio elemento; y toda la naturaleza trabajó unida armoniosamente para la música rítmica de la creación!        
Mientras tenía lugar esta actividad, los grandes Elohim y los Constructores de la Forma menores, los Ángeles Devas y los miembros del Reino Elemental, fueron creando y embelleciendo el planeta. Helios y Vesta estuvieron extrayendo desde el Gran Sol Central las Chispas Espirituales (corrientes de vida individuales) que iban a ser los beneficiarios de toda esta preparación y amor. Éstas descansaron sobre el seno de Vesta hasta que los Padres Divinos estuvieron preparados para proyectar los Seres de Fuego Blanco y los Cuerpos Electrónicos que llegaron a ser las vestiduras de esas Chispas Divinas. 



miércoles, 20 de junio de 2018

Paracelso y los seres elementales

           saralecu

El hombre es un instrumento por el cual los tres mundos - el espiritual, el astral y el Elementario - están obrando. En él hay seres de todos estos mundos, racionales y no racionales, criaturas inteligentes y en inteligencia. Una persona sin conocimiento ni gobierno propio, obra impulsado según la voluntad de estas criaturas; pero el verdadero filósofo obra conforme a la voluntad del Supremo Ser, el Creador, que está en él. Si los amos a quienes el hombre obedece son locos, ellos, sus siervos, también obrarán locamente. Es cierto que cada uno cree que él es el amo y señor y que hace lo que quiere, pero no ve al engañador que esta dentro de él, el cual es su amo, y en quien él mismo viene a ser un engañado. (”De Meteoris.”)
Hay otra clase de espíritus, los Sagane o Espíritus Elementales de la Naturaleza. 

Paracelso dice tocante a sus cuerpos lo siguiente: “Hay dos clases de carne, una que viene de Adán y otra que no viene de Adán. La primera es material y grosera, visible y tangible para nosotros: la otra no es tangible y no está hecha de tierra. Si un hombre que desciende de Adán, quiere pasar por una pared, tiene primero que hacer un agujero en ella; pero un ser que no desciende de Adán, no necesita hacer ningún agujero o puerta, sino que puede pasar por la materia que nos parece sólida, sin causarle ningún daño. Los seres que no han descendido de Adán, lo mismo que los que de él han descendido, están organizados y tienen cuerpos substanciales: pero hay tanta diferencia entre la sustancia que compone sus cuerpos, como la que hay entre la Materia y el Espíritu. Sin embargo, los Elementales no son espíritus, porque tienen carne, sangre y huesos; viven y propagan su especie, comen y hablan, obran y duermen, etcétera, y por consiguiente no pueden propiamente ser llamados “espíritus”. Son seres que ocupan un lugar entre los hombres y los espíritus, pareciéndose a los hombres y mujeres en su organización y forma y pareciéndose a los espíritus en la rapidez de su locomoción. Son seres intermediarios, o Composita, formados de dos partes en una, lo mismo que dos colores mezclados parecerán como un color, no pareciéndose a ninguno de los dos originales. Los Elementales no tienen principios superiores, por lo mismo no son inmortales y cuando mueren, perecen como los animales. Ni el agua ni el fuego puede dañarles, y no pueden ser encerrados en nuestras prisiones materiales. Están, sin embargo sujetos a enfermedades. Sus costumbres, acciones formas, maneras de hablar, etc., no son muy diferentes a las de los seres humanos: pero hay muchísimas variedades, Tienen sólo intelecto animal y son incapaces de desarrollo espiritual. (“Lib. Filos,” II,)
Estos espíritus de la naturaleza no son animales; tienen razón y lenguaje como el hombre; tienen mente, pero no alma espiritual. Esto puede parecer extraño e increíble: pero las posibilidades de la naturaleza no están limitadas por el conocimiento que el hombre tiene de ellas, y la sabiduría de Dios es insondable. Tienen hijos, y éstos son como ellos. El hombre está hecho a la imagen de Dios, y se puede decir que ellos están hechos a la imagen del hombre pero el hombre no es Dios, y los espíritus elementales de la naturaleza no son seres humanos, aunque se parecen al hombre pueden enfermar y mueren como animales. Sus costumbres se parecen a las de los hombres, trabajan y duermen, comen, beben y hacen sus vestidos, y así como el hombre está más cerca de Dios así ellos están más cerca del hombre. (“Lib. Filos” II).
Viven en los cuatro elementos; las Ninfas en el agua, Las Sílfides en el aire, los Pigmeos en la tierra, y las Salamandras en el fuego. Son llamados también Ondinas, Silvestres, Gnomos, Vulcanos, etc. Cada especie se mueve únicamente en el elemento a que pertenece y ninguno de ellos puede salir de su elemento propio, que es para ellos como el aire para nosotros, o el agua para los peces y ninguno de ellos puede vivir en el elemento que pertenece a otra clase. Para cada ser elemental, el elemento en que vive es transparente, invisible y respirable, como la atmósfera lo es para nosotros. 

Las cuatro clases de espíritus de la naturaleza no se relacionan entre sí; los Gnomos no se comunican con las Ondinas o Salamandras ni los Silvestres con ninguna de aquellas. Así como los peces viven en el agua que es su elemento, así cada ser vive en su propio elemento.


sábado, 24 de febrero de 2018

El karma humano y los elementales


Estudiante. ¿?No existe ninguna relación entre el Karma humano y los elementales?
Sabio: Existe una relación muy importante. El mundo elemental se ha convertido en un poderoso factor en el Karma de la raza humana. Ya que es inconsciente, automático y fotográfico, asume el aspecto de la familia humana. En las primeras edades, cuando podríamos postular que el ser humano no había aún empezado a crear Karma negativo, el mundo elemental tenía una relación más amigable con los hombres, pues no había recibido impresiones hostiles. Pero, tan pronto como la humanidad principió a convertirse en algo ignorante, enemistándose no sólo entre sí misma, sino que con toda la creación, el mundo elemental comenzó a asumir el mismo aspecto, devolviéndole a la humanidad un idéntico trato, por decirlo así, que las acciones humanas merecían. Se puede comparar con un asno, el que al empujarlo empuja en la dirección contraria o a un ser humano, que cuando se le insulta, tiende a contestar en el mismo modo. Por lo tanto, siendo el mundo elemental una fuerza inconsciente, devuelve o reacciona hacia la humanidad, exactamente como ésta actúa hacia él, no importando que las acciones humanas fueran efectuadas conociendo o ignorando estas leyes. Así, en este período, el aspecto y el accionar del mundo elemental es el exacto resultado de las acciones, pensamientos y deseos de las humanidades anteriores. Mas, el mundo elemental, siendo inconsciente y actuando sólo de acuerdo con las leyes naturales de su ser, juega un papel importante en la operación del Karma. Mientras que la humanidad no cultive un sentimiento fraterno y caritativo hacia toda la creación, los elementales carecerán del impulso necesario para actuar en nuestro beneficio. Sin embargo, tan pronto como la humanidad principie a cultivar un sentimiento fraterno y amoroso por toda la creación, los elementales empezarán inmediatamente por asumir una nueva condición. 

Estudiante: ¿Qué acontece entonces, en los fenómenos efectuados por los adeptos? 
Sabio: No es posible producir fenómenos sin la ayuda o el perturbamiento de los elementales. Cada fenómeno necesita el empleo de una gran fuerza, causando de forma correspondiente un profundo disturbio en el mundo elemental y tal alteración trasciende el límite natural de la ordinaria vida humana. Por consiguiente, al completar el fenómeno, el perturbamiento producido principia a compensarse. Los elementales se mueven de forma por demás agitada, precipitándose en diferentes direcciones. No son capaces de afectar a los que están protegidos. Pero pueden, o mejor dicho, es posible para ellos entrar en la esfera de las personas desprovistas de protección y especialmente de los que se dedican al estudio del ocultismo. Luego, se convierten en agentes empeñados en concentrar el karma de dichos individuos, causando a menudo problemas y desastres o diferentes dificultades que de otro modo hubieran surgido en un cierto lapso de tiempo, considerándose entonces como simples y normales vicisitudes de la vida. Esto explica el sentido de la declaración que un Adepto no efectuará un fenómeno si no ve el deseo en la mente de otro inferior o superior Adepto o estudiante, pues así se establece una relación de simpatía y también una tácita aceptación de las probables consecuencias. Esto nos ayudará también a comprender el por qué muy a menudo algunas personas capaces de producir los fenómenos, sienten aversión en realizarlos en casos donde se podría pensar que serían benéficos, y por qué, como algunos individuos materialistas podrían opinar, no se hacen nunca para alcanzar metas terrenas, como el procurar dinero, transportar objetos, influenciar las mentes y así sucesivamente.
Estudiante: Acepte mis gracias por su instrucción.